Para inaugurar el blog, se me ocurrió escribir acerca de la maternidad. Os cuento esto, porque es una espinita que tengo clavada desde que tuve a mi pequeño, que la próxima semana cumplirá sus 8 meses.
Durante mi embarazo asistí a las clases de preparación al parto, como podréis imaginar, con toda la ilusión del mundo. Era nuestro primer bebe y qué futura mama no piensa una y otra vez en como será todo durante el parto, el postparto y la vida del nuevo miembro de la familia en casa. Así que intenté prepararme lo mejor que pude, intentaba asistir a todas y cada unas de las charlas de la matrona(a pesar de que eran a horas poco prudentes) e intentaba estar lo mas atenta posible para no dejarme nada atrás, cual fue mi sorpresa, al darme cuenta que había ciertos temas "tabús", o los "innombrables" como a mi me gustaba llamarlos delante de la matrona. En las clases de preparación al parto no se hablaba de "cesárea" y mucho menos si era "programada", porque según la matrona "sólo el 10% de los embarazos acaba en cesárea y una minoría de ellos son programados"(he aquí parte de ese 10% y encima programada, si señor), así que no debíamos perder nuestro tiempo en eso. Por más que le decía que quería estar informada porque mi peque venía sentado(la criatura viendo como estaba la cosa fuera dijo algo así como "si queréis que salga, ya podéis ir sacándome"). En cambio, de lo que hablaban en las charlas era de partos idílicos en los que los tiempos se cumplían a rajatabla y en los que el recién nacido buscaba el pecho de su madre nada más nacer (ojo, que esto ocurre pero no en la mayoría de los casos).
Lo que no te cuentan, es que todo esto depende del hospital y de sus protocolos, que la lactancia al inicio en un porcentaje muy elevado produce grietas y duele y que en muchas ocasiones por culpa de este información tan idílica que te dan durante el embarazo, se fracasa en la lactancia materna. Lo que no te cuentan, es que cuando te hacen una cesárea el recién nacido no está contigo, puesto que te llevan a recuperación y que hasta al menos pasadas tres horas, no vuelves a la habitación para poder ver a tu bebe. Lo que no te cuentan, es que tras una cesárea tu cuerpo está tan dolorido, que por mucho que lo intentas no eres capaz de sostener a tu recién nacido de 3,5 kg en brazos durante más de dos minutos y que en ese momento empiezas a sentirte "mala madre" porque no eres capaz de amamantar al ser que has llevado dentro durante 9 meses(que todas sabemos que realmente son 10) y que con tanta ansía y ganas deseabas arrimar a tu pecho esperando el maravilloso momento del enganche. Lo que no te cuentan, es que en ocasiones el pezón no sale por si solo y que por mucho que arrimes al bebe, no consigue sacarlo y que hay que utilizar unas pezoneras de silicona para que puedas amamantarlo. Lo que no te cuentan, es que el postparto es muy duro, tienes que acostumbrarte a tu ser nuevamente, a tu "nueva yo", al cuerpo que tienes tras nueve meses de embarazo y todo lo que ello conlleva.
Por lo tanto, de momento os digo estas tres grandes mentiras:
Es Mentira que el parto sea como tu quieras, ojalá así fuera, en las charlas preparto, te meten en la cabeza que el parto es tuyo y que tu tienes derecho a decidir, que si debes hacerte un "Plan de Parto"(que cuando le das al ginecólogo, le falta disculparse contigo para ir al wc con él), el parto es como el personal que esté en el servicio en ese momento diga y punto, porque encima te tildan de histérica porque estas pariendo, así que menos cuenta aún te echan.
Es Mentira que la lactancia vaya sola(esto es cierto en contadas ocasiones, antes o después todas tenemos algún problemilla, ya sean grietas, quemazón en el pezón e incluso mastitis).
Es mentira que tu cuerpo vuelva a su ser en nada de tiempo, que hay casos y casos, esto es como todo, pero eso ya es cuestión de genética, pero que por lo menos 9 meses tardas en volver a aproximarte a lo que fuiste antes de quedarte embarazada, porque admitamoslo, ya sean por las estrías, por el pecho,por algo de piel que cuelga donde no debe o por algún que otro kilillo de más(o por todas juntas), no vas a volver a estar como estabas antes y sí, a todas nos cuesta reconocerlo y hacernos a la idea, que quizás haya que decirle adiós a los pantalones de talle bajo, pero hemos de ser realistas y cuanto antes nos acostumbremos a este "nuevo yo" mejor que mejor, porque a cambio tenemos lo mejor que podíamos imaginar en nuestra vida, yo no cambio a mi "cachito"(bollito, ratón...ya cada una que lo llame como quiera jejeje)por nada en el mundo.
En fin...son muchas cosas las que no nos cuentan, pero yo espero ir contándolas poco a poco desde mi rinconcito de la blogosfera.
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